La fundación
Todo empezó en Andrezé (Maine y Loire), en el año 1865. Théodore Morillon, que tenía 28 años y trabajaba como carpintero y fabricante de ruedas de álabes para molinos, fundó una empresa para fabricar mecanismos para molinos, que entonces se hacían casi exclusivamente de madera.
La consolidación
La historia continuó con su hijo, también llamado Théodore, que, además de mantener una fuerte actividad en la industria harinera, desarrolló el maquinismo agrícola, trayendo al pueblo las primeras trilladoras y, más tarde, los primeros tractores.
La diversificación
En 1928, a la muerte de su padre, tomó el relevo el tercer Théodore. Junto con Joseph y Emile, sus dos hermanos, y sus tíos aún en activo, orientó decididamente la empresa hacia la mecánica.
La industrialización
En 1968, el cuarto Théodore Morillon «trasladó» la empresa fuera del pueblo, para instalarla en el sitio actual y dar a la empresa Morillon una auténtica dimensión industrial. Durante la década de 1970, hizo crecer Morillon racionalizando los elementos de manutención e incrementando su gama, para dirigirse a la clientela de las grandes cooperativas, con el desarrollo de la alimentación animal.
La innovación y la internacionalización
Si hasta entonces la empresa siempre había pasado al mayor de los hermanos, todos ellos llamados Théodore, el directivo de la quinta generación es el último de una familia de cuatro hijos y su nombre es Laurent… Tras experimentar algunas dificultades financieras en la década de 1990, la empresa se reinventó, innovó y, sobre todo, se abrió al mercado internacional, para en la actualidad convertirse en uno de los líderes mundiales en el sector de la extracción de productos a granel.